Un pecio, suelen decir los buceadores recreativos que los visitan con frecuencia, “es como un museo en el fondo del mar” que debemos respetar y conservar. Los fuertes temporales en la costa dejan, a veces, al descubierto alguno de estos tesoros como los restos del vapor portugués Silva Gouveia que, algunos inviernos, todavía puede verse en la playa salvaje de O Rostro (Fisterra).
En tierra. En estos descubrimientos a causa del mal tiempo son, sin duda una oportunidad para todos aquellos que queremos acercarnos al mar desde tierra.