Marcelino González, de Mergullo Compostela: “Lo tenemos todo al lado del mar”
Su centro de buceo está en plena Ría de Muros – Noia, donde el abrigo y sus aguas tranquilas, permiten bucear todo el año.
Marcelino González Maneiro fundó Mergullo Compostela hace más 20 años, después de decidir dejar su trabajo en el extranjero como buceador profesional y de darse cuenta de que lo único que sabía hacer era bucear.
¿Cuál es la oferta de tu centro de buceo?
Ofertamos salidas y cursos de buceo dirigidos tanto a principiantes como a buceadores ya certificados.
¿Qué ventajas ofrece tu instalación?
Estamos en la Ría de Muros – Noia por lo que estamos abrigados y podemos bucear todo el año. Nuestras instalaciones
cuentan con vestuarios, duchas, salas de compresores y taller. Lo tenemos todo al lado del mar.
Además tenemos un barco que hicimos exclusivamente para bucear. Es muy cómodo porque tiene espacio para las botellas y una plataforma de baño muy grande, con dos escaleras y una inclinación. Esto permite que el buceador pueda subir cómodamente con las
aletas puestas y la botella en la espalda. Es mucho más cómodo ir con nuestro barco que con una neumática.
¿Con qué certificación de buceo trabajas?
Trabajamos con Scuba Schools International (SSI) y aunque también tenemos centro Fegas, nuestro trabajo fuerte es con SSI.
¿Estáis muy lejos de los pecios?
Estamos a media hora de ruta con el barco, aproximadamente.
De los pecios en los que buceas, ¿cuál es el que tiene mayor significado para ti?
Probablemente el Galeón, porque tiene
una gran historia detrás. Es un pecio de gran misterio y hay que mirarlo con
buenos ojos, como diría El Principito. Se creé que podría pertenecer a la armada de Martín Padilla, que data del siglo
XVI. Durante la inmersión se pueden ver los cañones y ruedas de piedra, que
podrían ser para afilar las espadas, cuchillos y otras armas punzantes. Poder
verlo, es de un atractivo enorme.
En un plano más personal, ¿Cómo empezaste en el mundo del buceo? ¿Qué te sedujo y te sigue atrayendo?
Soy de Porto do Son, nací en Baroña y siempre hemos tenido una vinculación especial con el mar. Me hice buceador en
el servicio militar, posteriormente estuve más de 20 años dedicándome al buceo profesional en distintas partes del mundo. Después me casé, formé una familia y decidí quedarme. El problema es que lo único que sabía hacer era bucear, por eso me decidí a crear Mergullo Compostela. Abrimos la tienda en Santiago y la escuela en Porto do Son.
¿En qué época del año estáis más activos? ¿Cuándo hay más demanda de vuestro servicio?
Trabajamos todo el año, pero en el verano estamos más activos con clientes de fuera. Nuestros usuarios de invierno
son locales, de la zona de Santiago y alrededores.
Finalizada una inmersión, ¿qué recomendaciones haces a los buceadores para seguir conociendo esta zona y hacer turismo?
Lo primero que hacemos después de la inmersión es tomar algo en algún establecimiento del Porto do Son para compartir experiencias.
Cuando alguien nos pregunta por qué visitar en la zona, siempre recomendamos ir al Castro de Baroña y al Museo da Marea. Además, tenemos el mirador del monte Iroite, desde el que se ven las dos rías, la de Muros – Noia y la de Arousa. Hay muchísimo patrimonio y muchas actividades para hacer. En el verano, la opción de quedarse en la playa también es muy recurrida, especialmente para las familias con hijos.